jueves, 24 de marzo de 2011

«La revolución de los bits».

Parece que no es ahora que el régimen que mas tiempo ha detentado el poder en la era moderna, y el que, además, ha encarcelado, fusilado, reprimido y obligado a exiliarse en los confines del mundo a cientos de miles disidentes y opositores, vaya a respetar el derecho ciudadano de acceso a la Internet, ya considerado justamente un derecho humano.
El uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en medio de la globalización se corresponde con la visión de desarrollo que caracteriza a la especie humana. Para bien de casi todos y males de tiranos, las señales de humo se esfumaron y gradualmente van quedando atrás las misivas a vuelta de correo cuales medios de comunicación.
Las Razones de Cuba es un material insulso que está exhibiendo la televisión cubana, cuyas revelaciones apuntan a un solo objetivo: la demonización de la Internet y las redes sociales. ¿Por qué? Porque lo sucedido recientemente en Túnez y Egipto son ejemplos que, según la concepción del régimen, tienen que mantenerse alejados del pueblo cubano que cada día está mas inspirado en la libertad y la democracia.
Y como los comunistas necesitan reinventarse enemigos, los jerarcas de aquí han colocado una vez más en el cadalso a periodistas independientes, blogueros y twitteros del patio, protagonistas en la corriente del periodismo ciudadano que tanto les incomoda. La presencia de la influyente bloguera disidente Yoani Sánchez fue la más destacada en el capítulo Ciberguerra, el último que desató múltiples reacciones, incluyendo las de la multipremiada compatriota: «¡Estoy tan feliz! Finalmente la blogosfera alternativa en la TV oficial, aunque sea para insultarnos», escribiría en Twitter la creadora del archiconocido blog Generación Y.
Desde el surgimiento de la Internet Cuba ha estado en la mira de la comunidad internacional. La realidad de que los regímenes autoritarios pretenden desentenderse del derecho de los pueblos al uso de las TIC ha sido una constante analizada por especialistas y políticos. A partir de la introducción en la isla del servicio controlado por el Estado en 1996, se vislumbró que el acceso a través del «mercado negro» seria un desafío para el régimen.
El ingenio de los desposeídos ha burlado en esta tierra la censura de los poderosos. Los objetivos del gobierno cubano en este momento son la limitación absoluta de la expansión del preciado servicio. Los pocos recursos que le quedan en su afán son la difamación y la represión, sin descartar la violencia. Con seguridad los bits se impondrán a las balas.

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