jueves, 16 de junio de 2011

«Cuba. Frivolidades comunistas».

Parece que el limitado diario cubano Granma no defraudará jamás a sus detractores. Las pocas páginas del libelo oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, no obstante las críticas, continúan siendo regiamente tergiversadoras, enmarcadas en ese inconexo monumento a la desinformación.
El pasado 14 de junio apareció en la página cultural una entrevista realizada por Pedro de la Hoz al actor estadounidense Danny Glover, quien se encuentra en Cuba junto a su esposa participando en el seminario Cuba y los pueblos afrodescendientes de América.¿Qué perspectiva tienen en la actualidad los afronorteamericanos?, preguntó de la Hoz. Por mas increíble que parezca, Glover comenzó respondiendo que no sabía cual es la política de los Estados Unidos sobre los afrodescendientes. «No se cuál es el discurso oficial de mi país sobre los afrodescendientes», declaró el flamante Embajador de Buena Voluntad de la UNICEF.
Entonces, ¿para qué vino a Cuba Mr. Glover? ¿Habrá autorizado el Director Lázaro Barredo por pura malicia la publicación de la reveladora entrevista o acaso fue una errata?
En la última carilla de la controversial edición de Granma asomó Gobierno venezolano promueve uso eficiente de la energía eléctrica, minuta de Telesur que señala que el Vicepresidente Elías Jaua culpó a la «política permanente de sabotaje pasivo y activo del sector» por las interrupciones del servicio.
Según reporte de la prestigiosa agencia de prensa France Presse desde Caracas publicado por El Nuevo Herald, el 70 por ciento de la electricidad suministrada en Venezuela procede del embalse El Guri, ubicado en el estado Bolívar, mermado por la intensa sequía y por la falta de inversión, otra de las causas -sino la mas importante- que llevaron a que colapsara el sistema eléctrico nacional.
El propio Raúl Castro criticó a la prensa oficialista en el pasado VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, reconociendo que en la mayoría de las ocasiones los periodistas no acceden oportunamente a la información, lo que advierte «la difusión, en no pocas ocasiones, de materiales aburridos, improvisados y superficiales».

martes, 7 de junio de 2011

«Aritmética bodeguera».

Una sencilla reflexión sobre las medidas que ha implementado el gobierno cubano para intentar aliviar la menesterosa situación económica nacional nos lleva a concluir que los trabajadores de esta isla soportan cargas impositivas superiores a los de otros países, incluidos aquellos que viven en los que impera el sistema que han denominado capitalismo salvaje.
En Cuba todavía existen centros estatales improductivos, a pesar del reordenamiento laboral que en principio separaría a 1,5 millones de empleados, proceso que se ha contenido dada la magnitud del impacto negativo provocado por los despidos masivos. La oficina del Ministerio de la Agricultura que se encuentra colindante a nuestra vivienda, ubicada en el municipio Arroyo Naranjo, es un vivo y molestoso ejemplo de irracionalidad en el uso de fuerza de trabajo y del fondo de tiempo de trabajadores.
A la sombra de la condenada al fracaso política económica del partido y la revolución, que «ratifica el principio de que en la sociedad socialista cubana nadie quedará desamparado», medran cientos de miles de potenciales disponibles que desangran el presupuesto del Estado, al que los trabajadores por cuenta propia, los agricultores pequeños, las cooperativas, etc. contribuyen decentemente.




Cochero trasladaba el pasado año a turistas desde el Parque de la Fraternidad en La Habana.
Esos miles, la mayoría individuos bien instruidos, especializados -gracias a la Revolución- en simular que trabajan, y que además son capaces de conseguir beneficios económicos propios al margen de sus puestos, son un lastre que probablemente nuestra economía salvaguardará por largo tiempo con licencia de los disonados principios socialistas.
La relativa tranquilidad existente dentro de la comunidad de los nuevos capitalistas cubanos estriba en la ignorancia sobre los asuntos empresariales y económicos. Al respecto, tampoco el gobierno ha creado un programa nacional para enseñar al sector privado a conseguir el éxito y ni siquiera lo aproxima a parte de la abundante literatura científica conocida para que no pequen.
El empirismo de hoy nos remonta a los bodegueros venidos a la isla desde la península siglos ha. En cuestión de números, aun cuando no pocos eran analfabetos, los bodegueros se distinguían por la precisión y la agilidad mental en el momento de ajustar cuentas.

jueves, 2 de junio de 2011

«La impudicia comunista contra el desarrollo».

Las medidas implementadas para que emerja la economía cubana tienen que estar en consonancia con la moralidad. Transcurridos más de cincuenta años de sistema comunista, la sociedad isleña, en sentido general, adolece la pérdida de esa virtud.
Hoy en la mañana fui testigo nuevamente de los trapicheos que ocurren el la Unidad 987-Farmacia Aballí, perteneciente -como todas en Cuba- al Ministerio de Salud Pública, ésta ubicada en el municipio Arroyo Naranjo. Ante mí y otros clientes, varias dependientes estaban enfrascadas en «tareas» improcedentes. Una de ellas, emperifollada con muchas joyas doradas, tomó un billete de veinte pesos que un jóven -a quien evidentemente conoce- con acusador talante le dio y lo entregó a otra que contaba dinero en ese momento para que lo guardara. Obviamente mi presencia las limitó, demorando solamente la inminente ejecución de una fraudulenta operación relacionada con fármacos.
Casualmente la dependienta prendada es la misma que expresó hace unas semanas en mi presencia que el opositor Juan Wilfredo Soto García, asesinado por miembros de la Policía Nacional Revolucionaria en Santa Clara, era un indeseable, según lo publicado por el diario oficialista Granma. En aquella ocasión la desmentí tajantemente.
Ejemplos como este acrecen habitualmente en Cuba. La dudosa moral comunista está indisolublemente ligada a la corrupción, el robo y otros hechos punibles. Aún hoy, después de haber formulado durante años un cúmulo de quejas en diversas instancias del Estado, los inmorales empleados de la oficina del Ministerio de la Agricultura que está ubicada contigua a nuestro domicilio continúan molestándonos sin que haya interferencia oficial.
Ciertamente el castrismo ha dañando a los cubanos. Más allá del extravío de valioso capital humano exiliado en tierras de libertad, el igualitarismo y el colectivismo experimental han moldeado nocivamente el carácter y la ética de nuestra gente.
A ello se refieren los especialistas cuando predicen que tardará toda una generación para ver los primeros cambios positivos en Cuba después de… No es solamente que el proceso sea «duro» como recientemente aseverara Raúl Castro.