martes, 2 de agosto de 2011

«Cuba. La beldad de la violencia».

La guapería llegó a nuestra América con los conquistadores españoles. Tomado del vocablo latino vappa,que significa también hombre vil y vagabundo,los guapos en moda son los que sobran en la geografía de la Cuba contemporánea.
Las concentraciones urbanas traen como consecuencia el incremento de la delincuencia. En el Toledo y la Sevilla de mediados del siglo XV español operaron organizaciones delincuenciales tales como la mítica Garduña, que se arguye originaría la Camorra italiana, en las que los guapos tenían funciones de sicarios. No obstante, se estima que para el año 1300 bandidos que pululaban en las montañas españolas llegarían a la península itálica.
En Cuba hubo negros curros, como popularmente se designa a los de Andalucía. Aquellos libertos criollos dados a las pendencias, junto a los esclavos recién liberados, se hacinarían en los inoperantes barracones, prototipos estos de los horrorosos solares, cuarterías y ciudadelas, originarias a su vez de los barrios marginados que perduran en la isla.
Los mayores nos contaban que un solo policía de la tiranía de Fulgencio Batista controlaba cualquier suburbio de La Habana, ante cuya autoridad no había espacio para la guapería. Después de 1959 han existido y aún existen sectores en los que la Policía Nacional Revolucionaria no se aventura por temor o desidia.
El periférico municipio capitalino Arroyo Naranjo es, en ese ámbito, de lo peor en el país, superado por el también metropolitano municipio 10 de Octubre, el más densamente poblado de Cuba. Los repartos Mantilla, Fraternidad, Párraga, La Güinera, El Rosario, Vieja Linda, Los Pinos y Poey son los más graves en cuanto a hechos delictivos se refiere. El matonismo, otra de las consecuencias derivadas de la exclusión que sufren estos escenarios, está intrínsecamente asociada a la drogadicción, el alcoholismo y a la práctica de ritos afrocubanos como el Abakuá.
En una ocasión cuestioné a un primo, que dice ser guapo, el por qué apenas existen ñáñigos (abakuá) anticastristas o disidentes. La respuesta que obtuve fue una rotunda evasiva. Viene al caso exponer que en otro momento, estando de viaje en un atestado camello (legendario metrobus), un anciano le espetó sin temor a un joven abusón que no la emprendiera contra él, sino contra quienes le sustentaban con apenas siete libras de arroz despachadas por la libreta de racionamiento, una jocosa alusión al gobierno que motivó risas entre los pasajeros.
La marginalidad en Cuba se ha incrementado en los últimos cincuenta años. Se infiere entonces que pobreza y marginalidad no son efectos exclusivos del capitalismo salvaje. Los repartos arroyenses previamente señalados, hay que aclarar, están poblados actualmente, en buena medida, por personas venidas de todas partes de Cuba, fundamentalmente del extremo este, buscando mejores oportunidades de vida. El estribillo de una popular guaracha oriental dice /Se acabaron los guapos en Yateras/, una localidad guantanamera caracterizada por la violencia social al igual que la villareña (villaclareña) Sagua La Grande.
Cual práctica siniestra relacionada con la «guapería», en Arroyo Naranjo ha aparecido la que llaman «corrida de toros», que consiste en la persecución y agresión, fundamentalmente con armas blancas, hasta matar a cualquiera que se atraviese en el camino de grupos de maleantes salidos a las calles con tal propósito, según narraron vecinos de Los Pinos, donde hace casi un mes fuera ultimado salvajemente un joven a manos de tres adolescentes.
El triunfo de la Revolución no logró el mejoramiento de la disuelta sociedad cubana. En 1980 el régimen intentó purificar el país comprometiendo el cuasi familiar puente marítimo Mariel-Florida con la inclusión forzosa de cientos de forajidos sacados involuntariamente de las cárceles. Se impone, en estos tiempos, la creación intramuros de resquicios que lleven a la erradicación de políticas y conductas bárbaras. Pasados cincuenta años todavía hay mucho que hacer.

«¿Por qué no despega la agricultura cubana?».

El principal argumento es el hecho de que el Estado es dueño y señor de la tierra, aunque ideológicamente se prometió entregarla a quienes la trabajaban tan temprano como se hizo público el alegato castrista La historia me absolverá, en 1953. Otra documentada promesa incumplida, esta en el marco abstracto de la exclusión del latifundio.
El Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) es una descomunal e inoperante creación burocrática del régimen para detentar la tierra. Su función (http: //www.cubagob.cu) es: «El Ministerio de la Agricultura es el organismo encargado de dirigir, ejecutar, en lo que le compete y controlar la política del Estado y del Gobierno…», tareas que hasta la fecha se arroga a pesar de la ruina económica que forzó al General a exteriorizar que o rectificamos o nos hundimos.
El desplome del sector agropecuario, que en 2010 se fijó en 2,8 por ciento, está sujeto, además, al éxodo masivo de los campesinos hacia pueblos y ciudades. El lineamiento 197 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, establece «desarrollar una política integral que contribuya a la repoblación gradual del campo…». Lo que no contempla es la garantía de las libertades fundamentales -en principio la propiedad de la tierra- para que los campesinos emprendan de manera íntegra y provechosa sus labores.
La debacle de la agricultura cubana no comenzó con la aparición del llamado Período Especial en la década del noventa del pasado siglo. En Cuba, La Revolución: ¿Mito o realidad? (Península, 2006) el encumbrado escritor cubano Carlos Franqui resume notablemente en el acápite La Ley de Reforma Agraria -memorias de 1959- que «lo que estaba ocurriendo era prácticamente la paralización del cultivo, la destrucción de la riqueza, el canibalismo, la burocratización».
Indigna tener que convivir con una improvisada oficina del MINAGRI y constatar diariamente parte de las causas del desastre agroalimentario nacional. Las funciones de la entidad estatal se sustraen a la contabilidad minuciosa desde un mondo árbol frutal hasta la más rasa planta de verdura. Los planes de producciones que se establecen detrás de los burós son otros de los disparates asociados, que únicamente generan la mala calidad de los frutos y la corrupción. La estructura de marras cuenta hasta con un Departamento de Distribución, subordinado a la vicepresidencia análoga del Consejo de la Administración del municipio capitalino Arroyo Naranjo, el cual opera (distribuye) solamente uno o dos días cada semana.
Indigna conocer, también, que, aún cuando el Centro Nacional de Control de la Tierra reconoce que el 80 por ciento de los usufructuarios «realizan por primera vez labores agrícolas» y que solo el 77 por ciento de la tierra entregada ya se encuentra en explotación debido a las dificultades (plagas de marabú y otras malezas) en el acondicionamiento, hayan sido despojados mas de 9000 nuevos beneficiarios por supuesto deficiente aprovechamiento de sus parcelas, en tanto una legión de parásitos escamotean sus salarios del sudor de los peones del campo.
La senda campestre a seguir en Cuba la trazó hace 33 años un grupo de valientes campesinos cooperativistas chinos, quienes decidieron dividir secretamente la parcela estatal y explotarla individualmente. Enterado Den Xiaoping, consintió que continuaran con el furtivo experimento. Al cabo de uno pocos meses los resultados que obtuvieron fueron muy satisfactorios. Ese era el camino, expresaría complacido el líder comunista.
La reintroducción en Cuba del beneficio como preámbulo capital de la vida económica se impone fundamentalmente en el sector agrario. La inerte política gubernamental, así como el exceso de controles post congreso continuarán frenando los posibles avances en el indispensable ramo. En medio de toda esta situación no se podría negar que Revolución y producción tampoco riman.

«Una cinta negra contra el mito».

El desamparo que sufre Idania Torres Rendón es una prueba irrefutable contra el régimen comunista cubano. La opositora es madre soltera de cinco hijos (cuatro de ellos menores de edad) no tiene trabajo ni vivienda propia y está siendo acosada por la Policía Nacional Revolucionaria para que se aparte de la organización opositora Cuba Democrática Independiente.
Torres declaró que en los últimos dos meses el Jefe de Sector Capitán Reidel Gato Martínez la ha citado en siete ocasiones para amenazarla con encarcelamiento por no atender a sus hijos y por supuestas alteraciones del orden público, la última el pasado 29 de julio para la oficina del Consejo Popular Los Pinos, en la que el policía y otros funcionarios la conminaron a firmar documentos en los que reconocía que no cuida a sus hijos y que representa una amenaza para la sociedad.
El pasado 30 de julio un hombre que se identificó como superior del capitán Gato, explicó Torres, se presentó vestido de civil donde ella reside y le dijo que estaba enterado de su caso, que no le pasaría nada y le pidió que olvidara lo sucedido. Ayer en la mañana el Jefe de Sector del Consejo Popular Los Pinos negó haber hablado con Torres respecto a su caso y rehusó responder acerca de que el capitán Gato ha estado acosándola.
Por temor a ser encarcelada, Torres, quien reside desde hace cinco años en la vivienda del padre de su bebé, sita en calle 2da No. 126 e/ Cuba y Finlay, reparto Los Pinos, La Habana, procedió a recoger más de cuarenta firmas de vecinos que la apoyan contra las que considera injustas acusaciones policíacas, rúbricas que mostró a este reportero.
Esta madre declaró que también ha recibido el apoyo de todos los maestros de las escuelas en las que han estudiado sus hijos: la hija mayor de 19 años de edad es graduada de técnico medio en informática, el que le sigue en orden descendente (16 años) se graduó como dependiente de almacén y gastronomía, el otro (14 años) terminó el 9no grado y el de nueve años fue promovido al 4to grado.
Idania Torres Rendón, nacida el 29 de diciembre de 1969, comenzó a practicar Kárate en 1980. Cinturón Negro 1er Dan, fue instructora de Kárate-Do durante 11 años en el municipio Arroyo Naranjo, incluso de agentes de la policía, según dijo. Había sido miembro de la Preselección Nacional de este deporte durante seis años y expulsada por el Maestro Ramiro Chirino a finales de la década del 80 por relacionarse con familiares que residían en los Estados Unidos y con disidentes.
En 1990, confesó Torres, intentó llegar ilegalmente a los Estados Unidos junto a otras personas, pero fueron interceptados y apresados en alta mar por guardafronteras cubanos. En 1991 y en 1996 volvió a intentarlo infructuosamente por la misma vía.
La opositora, vinculada a varias organizaciones contestatarias desde el año 1999, declaró que nunca ha sido asistida por la Seguridad Social cubana ni recibe ayuda estatal alguna para la manutención de su nutrida prole.

Camino a casa del «héroe».

Estas imágenes fueron tomadas el pasado domingo. Esa es la calle Norte del reparto Alkázar, ubicado en el municipio Arroyo Naranjo, La Habana, donde residía Gerardo Hernández Nordelo, espía de la desmantelada Red Avispa, y donde aún residen sus familiares mas cercanos, excepto su esposa.
La basura no la recogen desde hace más de quince días, según declararon vecinos de la cuadra. “Desde muchos días antes del 26 no recogen la basura” declaró una fuente que prefiere el anonimato.
Los motivos para que el basural exista pueden ser varios: inexistencia de carros colectores o combustibles para mover los vehículos, la Empresa de Servicios Comunales no cuenta con suficiente personal o sencillamente porque a muchos no les interesa (Comité municipal del Partido Comunista de Cuba, Consejo de la Administración municipal, Unidad Municipal de Higiene y Epidemiologia del Ministerio de Salud Pública, etc.).
Hoy en la mañana todavía estaba ahí. No es un cuento.
¡Ver para creer!