lunes, 6 de julio de 2009

«De manipulación y víctimas». By Juan Mario Rodríguez.

La televisión de la oligarquía comunista cubana continuó transmitiendo en una Revista Especial desde la mañana los acontecimientos de la última semana en Honduras. Un reportaje hecho ayer en las calles mostró a entrevistados opinando sobre los hechos, casi todos, excepto uno, personas de la tercera edad. Reitero que me llamó poderosamente la atención este detalle.
Posteriormente, entrevistaron a «estudiantes universitarios». Sorprendentemente se vieron a un estudiante de periodismo cubano, a un estudiante de economía angoleño y a un estudiante mexicano y sus opiniones favorables a Manuel Zelaya. ¿Dónde está la juventud cubana que supuestamente apoya a la Revolución (a la dictadura cubana) y a todo lo que esta acarrea?
Cubavisión y Telesur han sido –con sus tejemanejes- los únicos informadores del pueblo cubano sobre los hechos en Honduras, ya que no tiene acceso a otras televisoras ni a la Internet. Estos medios han criticado a los que son líderes mundiales de la información tales como CNN. Una reportera de Telesur se comunicó vía telefónica con un corresponsal de CNN en Honduras, acusando a la cadena de apoyar al gobierno de facto por haber entrevistado a Micheletti. Por su parte, en la isla, en el espacio informativo Mesa Redonda, destacaban en todo momento lo que dicen emisoras de radio y sitios de la Web «alternativos», o sea, poco serios.
Cerca del mediodía Andrés Pavón, presidente del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, declaró que la represión arrojaba 400 detenidos, 70 heridos y 5 muertos, aunque primeramente había dicho que eran dos los fallecidos. A las 17:55 hora de Cuba la reportera -más bien arengadora- de Telesur, Adriana Sívori, reportó desde el aeropuerto de Toncontín la escalada represiva de la policía que supuestamente arrojó otros dos muertos, con unas imágenes difusas, cronológicamente cuestionables, que lejos de informarme sembraron serias dudas.
Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, opinó anteayer que la historia la eligió y que lo sucedido en Honduras fue un «golpe benévolo». No olvidemos que su credibilidad fue duramente sancionada recientemente en las urnas, así como la del presidente que le antecedió, su esposo Néstor, evidenciada por el escándalo del apoyo financiero que supuestamente recibió en forma de petrodólares, la crisis con los productores agrícolas nacionales y, seguramente, por el contubernio con los del ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas).
Lo más indignante de la Revista Especial de ayer fue la disertación sobre la Constitución de Honduras hecha por el Doctor José Luís Toledo Santander, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana. Nunca la vigente Constitución de la República de Cuba ha sido analizada en un medio de difusión nacional como la del país centroamericano, mucho menos la violentada Constitución de 1940 que Castro prometió en el alegato «La historia me absolverá» instaurar cuando asumiera el poder. Cabe señalar que en el 2007 se vendieron en estanquillos de la capital una cantidad insuficiente de ejemplares de la Constitución de la República de Cuba, por solo decir algo que demuestra el divorcio existente entre el pueblo cubano y el constitucionalismo.
Entre los que la ley de leyes hondureña reconoce a sus ciudadanos están los derechos a la insurrección y a la libre expresión. En Cuba la oligarquía comunista temió a una petición ciudadana - el Proyecto Varela del opositor Movimiento Cristiano Liberación que dirige el Premio Sajarov Osvaldo Payá- y desató en el 2003 la ola represiva conocida como Primavera Negra que llevó injustamente a la cárcel a 75 periodistas, bibliotecarios y opositores pacíficos, todos Prisioneros de Conciencia adoptados por Amnistía Internacional.
Los hechos lamentables en Honduras sirven al gobierno de La Habana para distraer a nuestro pueblo de las acuciantes penurias que padece y para sustentar en América Latina el cínico discurso comunista que pretenden diseminar junto al rencor patológico hacia a los Estados Unidos. Ayer Chávez dijo que «Obama es un prisionero del imperio». Si así fuera, debe conocerse que los cubanos también seguimos siendo víctimas.