Mi familia y yo sufrimos desde hace más de cuatro años los embates decibélicos de la música que disfruta nuestro vecino Luis Baró, oficial del Ministerio del Interior (MININT) a quien en última instancia denuncié por medio de una carta dirigida al Presidente Raúl Castro el pasado 27 de abril, entregada ese día en la oficina de correspondencia del Consejo de Estado.
En la mañana del pasado domingo Luis Baró, quien fuera miembro de la seguridad personal de Fidel Castro, aparentemente estuvo reunido con el presidente y con el secretario de vigilancia del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de nuestra cuadra (oficial activo y jubilado del MININT respectivamente), y con al menos otro militante del comité del Partido Comunista de Cuba (PCC) del reparto Alkázar.
A todas luces de esa reunión provino la reafirmación de la ordenanza gubernamental para que continuara molestándonos con la música alta que deriva de un potente equipo de audio que posee, cumplida cabalmente ayer lunes entre las cinco y las siete de la tarde.
El propio Raúl Castro se refirió a estas contravenciones durante el Informe Central al VI Congreso del PCC. Los medios también abordaron hace unos días esta problemática, y hasta la Mesa Redonda, espacio de la televisión cubana, tuvo su parte en la apática cruzada, retransmisión incluida.
Llegado a este punto sin evidente retorno, declaro que temo por la integridad física de los miembros de mi familia y de la mía propia y responsabilizo al régimen cubano por lo que nos suceda a partir de esta fecha.
Juan Mario Rodríguez Guillén.
Calle 10 No. 10 e/ 1ra y 5ta, reparto Alkázar, municipio Arroyo Naranjo, La Habana.
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