martes, 7 de diciembre de 2010

«Detalles y casualidades».

El General de Ejército Raúl Castro asistió el pasado domingo a la festividad de la comunidad hebrea de Cuba, una aparición sin precedentes que coincidió con el primer año de encierro en la isla del subcontratista estadounidense Alan Gross, procesado por supuesto espionaje.
Castro dijo sentirse saludable y recordó, jocosamente, que en el 2011 cumplirá ochenta años. Expresó, además, que pasados cincuenta años de gobierno comunista «aquí estamos».
Gross fue detenido el 3 de diciembre de 2009 al intentar suministrar equipos de comunicación satelital a grupos de judíos de la isla, según informó el pasado 4 de noviembre El Nuevo Herald. El gobierno de Back Obama ha negado la posibilidad de canjear a Gross por los cinco condenados espías cubanos de la Red Avispa, prisioneros en los Estados Unidos que Fidel Castro aseguró hace unos meses estarían libres para este mes de diciembre.
En la emisión del pasado jueves El Nuevo Herald publicó que varios líderes de la comunidad judía de Cuba «rechazaron que el contratista estadounidense Alan Gross… haya colaborado con ellos». Uno de ellos fue Adela Dworin, cuyo nombre estuvo en boca de Castro durante buena parte de su intervención oral en la festividad hebrea a la que fue invitado.

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