lunes, 10 de agosto de 2009

«La complicidad de Correos de Cuba». Por Juan Mario Rodríguez.

La supuesta legalidad socialista en Cuba queda en entredicho también por medio de la gestión de Correos de Cuba. El pasado viernes 7 de agosto me informaron en la Oficina de Refugiados de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana que me habían enviado tres telegramas avisándome que debía presentarme para realizar parte de los trámites para ingrear en el territorio de ese país.
Esos telegramas no llegaron a mis manos porque seguramente el Departamento de Seguridad del Estado del MININT ordena que así sea y para ello cuenta con la colaboración eficiente de la empresa estatal Correos de Cuba. Cabe señalar que esas medidas de represión son habituales.
La inviolabilidad de la correspondencia aquí no es sagrada. Sagrado es criticar, por ejemplo, la excelencia de ese servicio en el vecindario del norte, aún cuando existan algunas medidas de control que acarrean molestias a los usuarios, disposiciones que estriban en la propia seguridad nacional amenazada constantemente por el terrorismo internacional.
En Cuba ese tipo de amenaza no existe. Al menos no de parte de una oficina que lógicamente está tomada por elementos de la Dirección General de Inteligencia. Aquí lo que se palpa es, sencilla y llanamente, la impunidad con que se manifiesta la voluntad del régimen contra los que disienten.
La empresa Correos de Cuba pertenece al Ministerio de la Informática y las Comunicaciones de Cuba que dirige el Comandante de la Revolución Ramiro Valdes.

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