Fachada del edificio ubicado en la barriada del Vedado, La Habana.
Recuerdo las imágenes en las que se vio al «máximo líder» muy bien resguardado por su ejército privado y por miles de miembros de los contingentes de la construcción, encabezados por el legendario Contingente Blas Roca, expresando que había salido a la calle a buscar su cuota de pedradas.
Las acciones dieron lugar a la crisis de los balseros, que es como se conoce al éxodo masivo hacia los Estados Unidos que empezó pocos días después, también a instancia del «jefe de la Revolución», y que a su vez propiciara el acuerdo migratorio firmado entre la isla y el norte para frenar la inmigración ilegal, aún vigente y, además, violado insaciablemente por la parte cubana.
Hoy, como cada año a partir de aquel glorioso y aciago día, las fuerzas del Departamento de Seguridad del Estado del MININT, conjuntamente con las del Partido Comunista de Cuba, se preparan para repeler cualquier manifestación que opositores y disidentes pretendan realizar para rememorar la histórica fecha.
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