martes, 10 de mayo de 2011

«La pesadilla del cuerdo».

Sugerente. Así, sencillamente, hay que catalogar a Un loco sin celular, artículo de Ernesto Altshuler, Doctor en Ciencias Físicas de la Universidad de La Habana, publicado por el semanario Orbe (7 al 13 de mayo de 2011). El trabajo, con seguridad, será considerado por los censores de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) como una perniciosa influencia.
La posibilidad real de que la información viaje instantáneamente, descubierta recientemente por un científico japonés, es una amenaza para los regímenes antidemocráticos. Cuba, Venezuela y Ecuador son los pilares y garantes de la total desinformación dentro de la concertación latinoamericana propulsora del socialismo del siglo XXI.
Según la concepción castrista, el artículo de Altshuler pudiera ser considerado subversivo y, por lo tanto, el autor podría enfrentar cargos en base a una postura abiertamente disidente. Eso sin adentrarse en insondables análisis concernientes al enjundioso título que suscitó este comentario.
Las buenas nuevas aportan que el poder de la información no será socavado por tiranía alguna y que la información veraz podrá ser afrentada pero no excomulgada. Un ejemplo reciente lo encontramos en Cuba, concretamente en las reflexiones de Fidel Castro en torno a los sucesos de Libia. El «compañero Fidel» no vaciló en secundar a Gaddafi sin siquiera estar seguro de lo que ocurría en aquella nación, negando las versiones de los medios de prensa internacional que destacaron desde el comienzo de la revuelta popular los genocidas ataques aéreos gubernamentales contra los rebeldes.
Pasados casi tres meses todavía los medios cubanos insisten tendenciosamente en legitimar al terrorista Gaddafi. Para ellos no cuentan quienes fueron asesinados por la metralla que debió protegerlos en defensa de sus derechos elementales.
Pues bien, ya conocemos que Castro impugna todo lo novedoso que provenga del llamado primer mundo. Aunque el Dr. Altshuler destaca los avances de un equipo de científicos de Japón y Australia, que construyó lo que denominaron «aparato de teletransporte de banda ancha y con dispersión cero», habrá que esperar las andanadas castristas contra los Estados Unidos, ávida cuenta de que ese país capitaliza la mayor cantidad de «startups tecnológicas» del mundo.
Mientras investigadores de la Universidad de Pennsylvania concluyeron que el estímulo influye decisivamente en los resultados relacionados con el intelecto humano, un desnaturalizado continúa balbuceando y garabateando su inicua aversión por el desarrollo y sus alabarderos le aplauden porque, entre otras tantas majaderías, se atribuye haber innovado el concepto de Revolución: «… es cambiar todo (pero no se incluyen) lo que debe ser cambiado…».

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