lunes, 2 de noviembre de 2009

«Justiciero cinismo». Por Juan Mario Rodríguez.

Un día, en el verano de 1994, estaba apostado en la entrada de servicio del recinto ferial EXPOCUBA, cuando se acercó por la carretera un auto con matrícula TUR (autos rentados a turistas), conducido por un sexagenario caucásico, aparentemente extranjero, quien estaba acompañado por dos menudas niñas de entre 12 y 14 años, vestidas con trajes de baño, aun mojadas, intentando visitar el lugar. Era lunes o martes, días en que el centro no abre sus puertas al público. Escenas como aquella, aunque el gobierno cubano lo niega, ocurren a diario en la isla.

Traigo a colación la anécdota por la información publicada el pasado viernes en la primera plana del diario cubano Granma, tomada del «El Diario/La Prensa, de Nueva York», que reveló que cada año unos 200,000 niños estadounidenses son forzados a prostituirse. El diario Granma nunca ha publicado un estudio, reportaje o simple crónica en que se haya abordado este asunto, que mucho nos atañe, y por el que los medios nacionales de comunicación, en sentido general, no se dan por enterados.

Es muy lamentable conocer sobre éstos hechos, propios del lado más oscuro de la naturaleza humana. La protección a los menores en los Estados Unidos, aun cuando sea vulnerada por poderosos intereses, es una política abierta reconocida por la ciudadanía y los medios.

En Cuba, sin embargo, los niños son expuestos a disímiles violaciones por parte del propio Estado. Las escuelas secundarias básicas en el campo -las legendarias ESBEC-, por ejemplo, desde su creación, han sido ambientes proclives que han marcado a dos generaciones que crecieron alejadas del calor del hogar y de la vigilancia amorosa y responsable de los padres. En ellas han ocurrido asesinatos, violaciones, mutilaciones, robos, etc.

La glasnost cubana no llega a hurgar en las llagas mas profundas de la sociedad cubana contemporánea. Los manidos argumentos contra la que los «progresistas”» denominan prensa amarillista y la cronística roja, privan al público del derecho a conocer la realidad social, el día a día ocurrente en nuestro pequeño país, asolado también por todo tipo de violencia.

La invalidez de la dirección de Granma y de otros medios afecta directamente al pueblo cubano. Es hora ya de sacar de nuestros ojos las pajas que nos afectan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario