miércoles, 4 de noviembre de 2009

«Mordida de Saturno». Por Juan Mario Rodríguez.

Parece que los días de Lázaro Barredo Medina están contados. El director de Granma, Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, recibió hace pocos días una contundente estocada, supuestamente tirada por el actor cubano Luís Alberto García. Se trata de una carta abierta que ha circulado por la Web, en la que se deconstruye al comisario político y a todo el sistema político imperante en la isla.
Al furibundo Barredo lo conocimos por la célebre infanda publicación de El Camaján, un texto del que es coautora la vedette de la Mesa Redonda, Arleen Rodríguez Deribet, con el que pretendieron desprestigiar al profesor opositor Elizardo Sánchez Santa Cruz-Pacheco, Presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Barredo incursionó en la citada Mesa Redonda (espacio de la Televisión Cubana), en la que aún desempeña el rol de bilioso atacador de cuanta persona, gobierno e institución se manifieste contra el régimen cubano o que sencillamente el gobierno cubano haya inscrito en su extensa lista de non grata, a costa de una sarta de improperios y mentiras, argumentos que justifican la decadencia de un sistema al que cada día que pasa se oponen sin temor un mayor número de compatriotas.
El comunicador Barredo y la institución que dirige hacen aguas. El Granma es un medio que no viaja más allá de las fronteras de Ciudad de La Habana, y que ni siquiera aquí llega a todos los interesados en suscribirse, como es el caso de un servidor, residente en el periférico municipio Arroyo Naranjo.
El actor Luís Alberto García protagonizó el polémico Molino Rojo, corto cinematográfico en el que satirizaron el trabajo de espionaje del Departamento de Seguridad del Estado del Ministerio del Interior. Según declaró a este reportero el actor Néstor Jiménez, otro de los protagonistas, no fueron molestados por ninguna autoridad a raíz de aquella producción, cuya exhibición fue prohibida en Cuba. Por otra parte, según trascendió, el carismático García fue beneficiado con el otorgamiento de una vivienda por parte del actual gobernante cubano, una cuestión que solamente me limito a mencionar.
Lo cierto es que las verdades escritas en la ya muy leída y aceptada carta de marras ha destapado el baúl de las suspicacias, a cuyo fondo probablemente vayan a dar los restos de Barredo y otros hijos, en medio de la actual glasnost isleña. Nosotros, simples mortales, veremos atentadamente esas conspicuas escenas en las que solamente se sacrifican a los peones.
La Habana, 4 de noviembre del 2009.

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