martes, 17 de agosto de 2010

«Cuba. El cuentapropismo como tabla de salvación». Por Juan Mario Rodríguez.

Dejar sin empleo a personas será siempre una decisión muy difícil y consecuente para los empleadores y para las sociedades. El despido de un millón de trabajadores en Cuba se traducirá en la agudización de la crisis económica isleña, cuyo desenlace se torna en estallido de las masas, violencia y más represión.

El régimen cubano acude en medio de esta situación crítica a un recurso que no le atrae pero que resulta indispensable para tratar de repuntar económicamente: la parcial liberación de fuerzas laborales para el ejercicio privado, que se concretó incipientemente en los primeros años de la década de los noventa del pasado siglo, resucitando en el panorama de la nación a los cuentapropistas, clase social marginada por la Revolución.

Para el cabal funcionamiento de las novedosas empresas fue creada la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), un monolito burocrático subordinado al Poder Popular que aún hoy exuda corrupción. «Las verdaderas reformas en Cuba se mantienen en el horizonte», expresó el periodista independiente Jorge Olivera Castillo en ¿Es reformable el socialismo cubano? (www.cubanet.org), alertando sobre las intenciones del régimen, siempre «que no pongan en peligro la supervivencia de la nomenclatura».

Sin dudas, el Presidente cubano necesita ganar mucho tiempo y trata de conseguirlo como mejor sabe, represión total incluida. De paso, intenta trascender como el que lo intentó «todo, todo», en aras de llevar a planos de esplendor las mesas de todos los nuestros. ¡Ha dicho!

La ley 73 del Sistema Tributario no ha sido enmendada en esta nueva coyuntura y ni siquiera en la últimas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular se analizó este asunto medular - al menos no trascendió a los medios informativos.

Por el momento no se están otorgando licencias para elaborar y vender alimentos y sí para arrendar viviendas. Significa que, al igual que en los años noventa, y ya que no existe nada ni nadie que garantice en esta actividad (cuentapropismo) el continuismo, probablemente la limitada liberación estará vigente hasta que la economía del patio experimente cierta «recuperación».

Los medios cubanos informaron ayer que China se convirtió en la segunda economía del mundo. El artículo Economía de la República Popular China de Wikipedia señala que desde el 2008 China es «la segunda potencia económica mundial». Lo que no recordaron al público fue que semejante logro está relacionado directamente con el hecho de que la Asamblea Nacional Popular del gigante asiático aprobó en el año 2004 sendas enmiendas constitucionales que garantizan la propiedad individual.

Lo que queda demostrado, una vez mas, que es libertad y más libertad lo que se necesita para prosperar. De momento, en el mar económico de la Cuba comunista solamente se mantendrán a flote los marineros de la nomenklatura.

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